El padrino, Fernando Veiga

Febrero 2023

Hola, soy Fernando Veiga, tío de Eva, con la que me siento identificado mas allá de los lazos familiares.

A pesar de que no me gusta hablar de mi mismo, escribiré de forma resumida mi trayectoria profesional y vital y así documentar mi padrinazgo de sobrina tan querida.

Después de tres años de estudio de Bellas Artes en USA y de cabalgar con el 7º de Caballería de los Estados Unidos persiguiendo a Navajos por Arizona (la película es Una Trompeta distante de Raul Walsh) volví a España y continué mis estudios de Bellas Artes en las Facultades de Barcelona y Madrid hasta conseguir mi licenciatura en pintura.

Al tiempo de avanzar en el estudio de la pintura al óleo, empecé a practicar yoga y meditación en los años sesenta del siglo pasado y ya en los años setenta abrí una academia de yoga en Madrid llamada Sadhana, que estuvo funcionando unos tres años, hasta que decidimos, mi esposa Pilar y yo, abandonar la gran ciudad y huir a un sitio mas pequeño, mas tranquilo que Madrid, a un pueblecito casi abandonado a 10 kms de Sigüenza (Guadalajara), alli vivimos una serie de experiencias fantásticas, como puede ser la reconstrucción y rehabilitación de la ruinosa casa del cura del pueblo del siglo XVI.

Este periodo terminó cuando debido a diversas razones profesionales volvimos a Madrid y abrí varios locales para la exposición de mi obra, se podrían llamar talleres abiertos con exposición y venta, ahora de esculturas y joyas. Junto a estos locales organicé en Arganda del Rey, a las afueras de Madrid, una fundición de bronces, esto me permitía controlar todo el proceso desde la creación de una escultura en arcilla, su paso a cera, posterior fundido en bronce y su venta final. Mi trayectoria solo dependía del público y no de críticos ni de galeristas. Este sistema de trabajo duró muchos años. El local abierto en la Plaza Mayor de Sigüenza estuvo abierto durante 36 años.

Ahora, ya jubilado, continuo con la practica del yoga y la meditación y también sigo practicando diversas ramas de las Bellas Artes, grabado, ilustración, caligrafía china…
Siento un orgullo enorme en recomendar a una de mis discípulas en la academia de Yoga de Madrid, una niña que ha crecido hasta ser una entregada instructora de yoga y otras actividades encaminadas al beneficio de los demás, mi sobrina Eva.