Meditando nos conocemos un poco más. Y percibiendo las señales que han dejado las vivencias y experiencias en nuestro cuerpo y en nuestra mente podemos llegar a comprender lo que nos ha pasado.
Lo de la vida futura ya es harina de otro costal. Pero conociéndonos podemos entrever lo que puede y no puede funcionar de cara al futuro. Juntando la incertidumbre de no conocer el futuro a con la curiosidad se puede generar un motor de cambio abierto a nuevas posibilidades.
Hablamos? evadonat.com/contact