Parar. Sentir nuestro cuerpo. Estas son acciones necesarias, especialmente teniendo en cuenta el ritmo de nuestra vida diaria.
Y estas actitudes también son necesarias cuando comemos. Comer rápido y con estrés puede provocar que nuestro cuerpo no aproveche de manera correcta los alimentos, e incluso puede trastocar nuestra manera relacionarnos con la comida. Comer de manera consciente, dedicándole tiempo y atención nos aporta salud y tranquilidad de mente.
No se trata de hacer dieta, sino de romper con la mentalidad de dietas, olvidar ese bloqueo mental que implica la idea de restricción que provoca que, a menudo, cuando dejamos de hacer dieta, volvemos a nuestros antiguos hábitos.
De qué se trata, pues?
Se trata de introducir cambios en nuestro comportamiento a la hora de alimentarnos.
No hay alimentos buenos ni malos, sino que hay conciencia cuando comemos, y decidimos libremente lo que queremos comer.
No se trata de que un dietista sea el responsable de nuestra dieta, sino que cada uno de nosotros (o nosotras) somos responsables de nuestro cuerpo.
Observamos las señales que nos da el cuerpo sobre cuándo tenemos realmente hambre, de qué manera nos sienta bien comer saboreando todos y cada uno de los bocados, con qué actitud, y cuándo parar de comer.
Nuestro cuerpo se alimenta de manera sana, equilibrada y tranquilamente, sin estrés de ningún tipo.
Para saber qué tenemos que comer, la mayoría conocemos lo que es sano y lo que no lo es, y si tenemos alguna duda, hay dietistas estupendos de muchas corrientes que noe pueden ayudar para ampliar nuestro conocimiento. Este método no es dieta. Es de conciencia. Es MINDFULNESS.
En esta sesión hablaremos de todos estos temas, y los aplicaremos a partir de la meditación, el mindfulness, la PNL y algunas técnicas milenarias de yoga, como los bandhas.
Te espero!