Barcelona, 10 de octubre de 2021
La autoestima crece cuando nos damos cuenta de lo importante que somos para nosotr@s mism@s y nuestro entorno. Y cuanto más crece tu autoestima, más te cuidas. Y a veces también funciona al revés: cuanto más te cuidas, puedes darte cuenta de lo maravilloso que es existir, y te quieres más. Hoy es tu día para empezar a cuidarte.
Cuidarse no es egoísta, es tener autoestima y honrar el templo en el que vives.
- Desconéctate. Sin redes. Sin internet. SIn móvil. Por un rato. Observa cuánto sería para ti el tiempo óptimo de conexión al día. Decide cuándo vas a estar desconectad@ y cúmplelo.

2. Muévete. Natación, yoga, tenis, correr, algo que haga que tus articulaciones y tu corazón te digan que estás viv@. Decide qué actividad(es) vas a hacer, qué días y cuánto rato va a estar bien para ti empezar a moverte. Quizá ir andando a trabajar, coger menos el coche o el transporte… Decide sólo tú cuál es el primer paso, para que puedas realizarlo, poco a poco.

3. Nútrete. Come alimentos que te nutran, alimentos frescos y naturales, que te aporten las mejores vitaminas, minerales, proteínas… Cocina para ti. Como si fueras a cocinar para tus amistades en un día especial. Por qué no va a ser especial este día para ti? Es tu día!

4. Medita. Vacía tu mente. O dedica tu mente a pensar una sola cosa durante un rato. Decide en qué quieres pensar y no te salgas de ese pensamiento. Cuando te vengan otros, simplemente déjalos pasar y vuelve al pensamiento que habías decidido.

5. Tómate una pequeña vacación en casa en lugar de salir corriendo, en tu día libre. Aprecia las cosas que tienes cerca, cuídalas, vacía un armario y decide con qué lo vas a llenar, con cosas que te hagan feliz, sin acumular cosas del pasado. Renueva y renuévate. Si no te apetece, ponte música para que sea placentero.

6. Escribe un diario (o en tu diario) sobre lo que vas a hacer para cuidarte. Pon un nombre ficticio a ese «yo» que te va a cuidar, como si ese nombre fuera tu madrina o tu mejor amig@. Tu madrina te va a llevar al jacuzzi, a la playa, a pasear por la montaña, a caminar al parque… Déjate acompañar por ese yo amoroso que existe y que seguramente dejas de lado más de una vez. Si buscas en internet «BUJO» («Bullet Journal») verás un montón de opciones creativas para llevar un diario, ofreciéndote el tiempo que necesitas para planificarte sin estrés.

7. Regálate (o rescata) algo que realmente te haga ilusión. Una libreta bonita para empezar este trabajo, un perfume, una cesta para ir a comprar fruta y verdura, un pintalabios que te siente bien, unos zapatos que te hagan sentir cómoda… Algo que te dé alegría y que te atraiga buenos hábitos.

8. Duerme un rato más hoy. Ve a dormir antes. Haz una siesta. Busca en el calendario qué días vas a dormir un poco más, y apúntalos en tu agenda. Tu «madrina» te va a guiar para que puedas descansar un poco más.

9. Llama a tu coach para que te ayude a dar un empujoncito y desatascar aquellas cosas que siguen ahí y que hace tiempo que quieres solucionar. Tu coach te apoya con aportando valor, sin juzgarte, sin ser terapia, con una visión nueva para que, con las herramientas que tienes, cambies lo que necesites para llegar a aquello que deseas. La Programación Neurolingüística puede ayudarte mucho con técnicas fáciles y efectivas.

10. Haz afirmaciones positivas. Escribe algún sankalpa. Un sankalpa es una afirmación en positivo, en presente, que dependa de ti, que estés intentando conseguir aunque todavía no se haya realizado. Por ejemplo: «Soy muy puntual todos los días y en todas las ocasiones». Cuando vas repitiendo afirmaciones o sankalpas, vas generando más hormonas de la felicidad y tranquilidad, y vas buscando inconscientemente nuevas maneras de conseguirlo.

11. Organízate. El orden ayuda a evitar tener que improvisar constantemente, y aporta da paz.
- Organiza tu agenda: pocas cosas pero consistentes. Que sepas todo lo que vas a hacer con anticipación, con tranquilidad, para poder, paso a paso, conseguiri todo lo que quieras. Sin prisas y sin pausas.
- Organiza tu casa: tus espacios, la cocina, el salón… que sean espacios de paz para ti. Deshazte de lo que no uses o que no te aporte felicidad.

12. Mírate al espejo. Maravíllate de lo que ves: un cuerpo con unos ojos maravillosos que tienen unas pupilas que se dilatan y se encogen perfectamente tal como lo necesita la luz, unas pestañas perfectas que evitan que el sudor llegue a los ojos, un corazón que palpita sólo para ti las 24h del día todos los días de tu vida… Pregúntale al reflejo cómo se siente, y qué puedes hacer para hacerl@ feliz. La persona al otro lado del espejo no tardará en contestarte! Hazle caso.

13. Celebra los éxitos. Aunque «sólo» sea un «TOMAAAA!!!» Levantando los brazos. Eso ya te llevará a que tu cerebro segregue más hormonas de la felicidad. Pruébalo a menudo y te darás cuenta de la potencia que tiene.

14. Agradece. Busca cada noche 5 cosas que puedas agradecer del día que has vivido, y pon por qué agradeces. Ejemplos:
- «Agradezco a la vida que hoy haya visto a X y me ha hecho sentir feliz cuando me ha preguntado por X. Es un buen amigo»
- «Gracias por hacer que tenga ojos para ver»
- «Gracias por tener un techo bajo el cual dormir»
- «Gracias por la sonrisa del niño que pasaba en el carrito porque me ha hecho sentir que tenemos conexión»

Los agradecimientos son la raíz de la felicidad. Busca los tuyos y siéntelos profundamente.